Desde la antigüedad se han quemado resinas sobre carbones liberando sus propiedades holísticas y metafísicas para ayudar a la sanación y evolución espiritual. También se han utilizado como una ofrenda al ser superior que se invoque durante un ritual o ceremonia.

 

Quemar una resina ya es eficaz por sí misma, pero cuando se mezclan entre sí o con algunas hierbas, es cuando la verdadera magia ocurre. Algunas están más asociadas a la purificación y limpieza, otras a la meditación o elevación del espíritu. Cuando se entrelazan estos aspectos, se consigue una poderosa mezcla que va a funcionar como una herramienta espiritual para ayudar en una meditación profunda y segura, ayudando a la concentración y manteniendo lo negativo alejado.

 

Sus aromas también provocan pensamientos, emociones o recuerdos, ya que las vibraciones del humo que emanan se mueven en diferentes planos de nuestra existencia.